Aedes Aegypti
(Mosquito de la Fiebre amarilla)
¿QUÉ ES EL MOSQUITO AEDES AEGYPTI?
Hay muchas especies de mosquitos. Hasta ahora, solo se ha comprobado que la especie de mosquito Aedes aegypti transmite el virus del Zika, aunque los expertos sospechan que la especie Aedes albopictus también podría ser capaz de transmitir el virus.
Aedes aegypti es un mosquito pequeño, de color oscuro, con marcas blancas y patas listadas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CD) de los Estados Unidos, el mosquito Aedes aegypti es responsable de transmitir el virus del Zika, el virus del dengue, el virus de chungueara y el virus de fiebre amarilla en ciertas partes del mundo.
¿Como se caracteriza el Aedes?
Es el Aedes aegypti, un pequeño insecto blanquinegro con rayas en el dorso y las patas. Los mosquitos que transportan el virus del dengue transmiten la enfermedad a la persona que pican.
El mosquito mide aproximadamente 5 mm
Se cree que el origen del Aedes aegypti es el continente Africano. Se conocen tresvariedades principales: Aedes aegypti var. aegypti, Aedes aegypti var. formosus y Aedes aegypti var. queenslandensis. La variante aegypti es la más distribuida en el mundo. En esta web sólo nos referiremos a la variante aegypti.
El Aedes aegypti, como todos los mosquitos, tiene dos etapas bien diferenciadas en su ciclo de vida: fase acuática con tres formas evolutivas diferentes: (huevo, larva y pupa) y fase aérea o de adulto también llamado imago.
Especies - tipos de Mosquitos
Algunas especies de mosquito de notoria importancia en Salud Publica son:
- Aedes aegypti - vector del dengue y Fiebre Amarilla
- Aedes albopictus - vector del dengue en Asia. Puede transmitir 4 serotipos del virus.
- Aedes albopictus - vector del dengue en Asia. Puede transmitir 4 serotipos del virus.
- Anopheles pseudopuctipennis - vector de Plasmodium spp. parsitocausante de paludismo o malaria.
- Anopheles darlingi - vector de Plasmodium spp. parásitocausante de paludismo o malaria.
- Culex pipiens - vector del virus Encefalitis de San Luis. Responsable de la transmisión de Wuchereria bancrofti (nematodo responsable de la filariosis bancroftiana o elefantiasis), de Dirofilaria immitis (nematodo) a perros; también son vectores de malaria aviar.
¿Que enfermedades transmite el Aedes?
Aedes aegypti, el mosquito de la fiebre amarilla, es un CULICIDO que puede ser portador del VIRUS del DENGUE y de la FIEBRE AMARILLA, así como de otras enfermedades, como la CHIKUNGUÑA, la FIEBRE DE ZIKA y el VIRUS MAYARO . Es miembro del subgénero Stegomyia dentro del género AEDES (al que pertenece el estrechamente emparentado AEDES ALBOPCTUS, vector también del dengue).
Puede reconocerse por sus distintivas marcas blancas, aunque sus diferencias en aspecto con respecto a otros mosquitos pueden ser ligeras. Originario de AFRICA y hoy hallado en regiones TROPICALES y subtropicales a través del mundo. En América, se presenta desde los estados del sur de EE. UU. hasta el norte de ARGENTINA. También en Uruguay. Comparte hábitat con Aedes albopictus, que lo está desplazando en algunas zonas.
En 2005 estudios moleculares llevaron a reclasificar Stegomyia como género, cambiando algunos autores el nombre del mosquito por Stegomyia aegypti al igual que se hizo con el Aedes albopictus que pasó a ser denominado homólogamente Stegomyia albopicta; sin embargo, estos estudios han sido muy discutidos, de forma que actualmente el nombre usado de forma mayoritaria es el de Aedes aegypti, como exigen a partir de diciembre de 2005 los editores de las revistas científicas más importantes del sector.
El científico CUBANO CARLOS JUAN FINLAY descubrió que este mosquito era el agente trasmisor de la FIEBRE AMARILLA y presentó sus resultados por primera vez en la Conferencia Internacional de Sanidad, celebrada en Washington DC, el 18 de febrero de 1881.
¿Como se previene las enfermedades del Aedes?
Siempre es importante conocer técnicas y consejos para prevenir enfermedades transmitidas por mosquitos, refiriéndonos mayormente al DENGUE, al virus del ZIKA, y a la FIEBRE por CHIKUNGUYA que no existe un tratamiento especifico para ninguno de estos males, la prevención es nuestra mejor arma de defensa. Toma nota de lo siguiente, y aplícalo en casa.Siempre es importante conocer técnicas y consejos para prevenir enfermedades transmitidas por mosquitos, refiriéndonos mayormente al DENGUE, al virus del ZIKA, y a la FIEBRE por CHIKUNGUYA. Ya que no existe un tratamiento especifico para ninguno de estos males, la prevención es nuestra mejor arma de defensa. Toma nota de lo siguiente, y aplícalo en casa.
Elimina al mosquito
Si todos los hogares se dedicaran a eliminar las probabilidades de subsistencia de los mosquitos Aedes aegyptu y Aedes albopictus, responsables de la transmisión de estas tres enfermedades, reduciríamos de inmediato los casos registrados en el mundo entero. ¡Y no cuesta nada hacerlo!
Los mosquitos necesitan de aguas estancas (sin movimiento) para depositar allí sus huevecillos.
Por eso, el primer paso en la prevención de enfermedades es evitar tenerlas dentro y fuera del hogar. Da vuelta los tarros u otros que puedan contener agua de lluvia o del rocío, tapa botellas si las tienes, vacía regularmente los platos que tienes debajo de los tiestos, y renueva los bebederos de aves y de las mascotas regularmente. Asegúrate de que no quede agua estancada ni siquiera en los sitios más ocultos y pequeños: un par de gotas será suficiente para la propagación de estos insectos.
Un mosquito Aedes aegypti hembra adulto puede depositar de 100 a 200 huevos por lote. Puede producir hasta cinco lotes durante su vida, que usualmente dura de dos semanas a un mes.
Pone los huevos en agua estancada. Por lo general es agua cerca del hogar, como canaletas, recipientes, macetas, árboles con agujeros y neumáticos viejos. Por esta razón, la eliminación dos veces por semana del agua estancada cerca del hogar puede reducir las poblaciones de mosquitos.
Cuando nacen los huevos, las larvas viven unos cuatros días en materiales en el agua, como algas. Luego, las larvas comienzan la etapa de pupa, que dura un par de días, y durante la cual no comen. Emergen de esta etapa como mosquitos adultos voladores.
Los mosquitos Aedes aegypti no viajan muy lejos durante su vida, tal vez unos 400 metros o menos.
¿Cuales son los principales Síntomas?
Los síntomas de la fiebre del dengue se asemejan en gran medida a los síntomas de la GRIPE. Estos incluyen fiebre, dolor en articulaciones y huesos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y fatiga. También puede aparecer una erupción entre tres y cuatro días después de la aparición de la fiebre.
Los síntomas pueden variar de carácter y gravedad entre las personas que padecen esta enfermedad. Sus síntomas pueden ser muy graves e incluyen fiebre alta de hasta 40 grados centígrados y dolor en los huesos.
En algunos la fiebre del dengue puede llevar a una complicación potencialmente mortal denominada dengue hemorrágico. Los síntomas que la fiebre del dengue en su estado más avanzado incluyen sangrado de las encías, sangrado de la nariz o debajo de la piel y la aparición de moretones. La fiebre del dengue hemorrágico puede provocar el síndrome de choque por dengue.
Los síntomas de este síndrome son hemorragias, hipotensión y un cambio en la conciencia. Si no se trata rápidamente con medidas intensivas, esta complicación puede ser mortal.
Lista de los sintomas del dengue
La lista de los principales síntomas del dengue, obtenidos de varias fuentes, incluyen:
- Síntomas comunes del dengue:
- FIEBRE ALTA - de hasta 40º
- DOLOR DE CABEZA- dolor de cabeza intenso
- DOLOR EN LOS OJOS - dolor retro-orbital
- DOLOR EN LAS ARTICULACIONES - dolor grave en las articulaciones
- Dolores musculares
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- DEBILIDAD - debilidad general
- Náuseas
- Vómitos
- Picor
- Los síntomas en niños son atípicos en algunos casos:
- Redución del ritmo cardíaco
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- Picor maculopapula
¿Que se puede hacer para prevenir el Dengue?
Es muy lamentable que hasta ahora no existan vacunas para detener o acabar con esta enfermedad, simplemente todos debemos poner todo el empeño para poder prevenir que el mosquito transmisor se reproduzca y así evitar muchas complicaciones de salud en miles de personas.
- Hay que evitar las aguas estancadas alrededor de la casa.
- Reemplazar el agua de los floreros por arena.
- No dejar agua estancada en las macetas.
- No dejar acumular agua en cubos y baldes, hay que darles la vuelta.
- Usar repelentes para mosquitos, sobre todo en las tardes y en la noche.
- Colocar mosquiteros y asegurarse de que no esté roto.
- Mantener el bote de la basura bien tapado.
- Colocar plantas o productos que impidan la reproducción o llegada de mosquitos a la casa.
- El alcanfor se puede usar como repelente, su fuerte aroma los ahuyenta y no permite que se reproduzcan dentro de la casa.
- Ten cuidado de no almacenar llantas, botellas, tapas o cualquier otro elemento que pueda almacenar agua por más pequeño que sea, además si en la casa hay tanques para almacenar agua para el consumo este debe permanecer tapado y se debe lavar por lo menos una vez a la semana, con jabón, y Clorox muy bien, de esta forma se evita que los mosquitos se reproduzcan y tengamos que lamentar un brote de dengue en nuestra casa y sus alrededores.
TRES RAZONES POR LAS CUALES LOS JÓVENES CONSUMEN SUSTANCIAS PSI COACTIVAS
- Por curiosidad, para saber “qué se siente”
-Para eliminar sentimientos desagradables, como pueden ser la tristeza o la ansiedad
-Para sentirse bien
TRES RAZONES POR LAS CUALES LOS JÓVENES SE SUICIDAN O TRATAN DE MATARSE
a mayoría de adolescentes
entrevistados tras un intento de suicidio dicen que lo hicieron porque estaban
intentando escapar de una situación que se sentían incapaces de afrontar o les
parecía imposible de superar, o porque deseaban acabar de una vez por todas con
los insoportables pensamientos y sentimientos que tanto les atormentaban. Al
igual que Moisés, no querían morir tanto como escapar de la situación que
estaban atravesando. Y en aquel momento en concreto, la muerte les pareció la
única vía de escape posible.
Algunas personas que ponen fin a sus vidas o intentan suicidarse pretenden escapar de sentimientos de rechazo, dolor o pérdida. Otros están enfadados, avergonzados o se sienten culpables por algo. A algunos les preocupa decepcionar a sus amigos o familiares. Y otros se sienten no queridos, inatractivos, maltratados o que son una carga para los demás.
A todos “nos superan” la emociones o situaciones difíciles de vez en cuando. Pero la mayoría de personas lo acaban superando y son capaces de ver los problemas en perspectiva y de encontrar el modo de seguir adelante con esperanza y determinación. Entonces, ¿por qué determinadas personas intentan suicidarse y otras personas que se encuentran en una situación igual de difícil no lo hacen? ¿Qué es lo que hace que determinadas personas sean más flexibles y resistentes (más capaces de afrontar los reveses y dificultades que les plantea la vida) que otras? ¿Qué es lo que determina que una persona no sea capaz de ver otra salida a una situación difícil aparte de poner fin a su vida?
La respuesta a estas preguntas radica en el hecho de que la mayoría de personas que se suicidan o intentan suicidarse están deprimidas.
Algunas personas que ponen fin a sus vidas o intentan suicidarse pretenden escapar de sentimientos de rechazo, dolor o pérdida. Otros están enfadados, avergonzados o se sienten culpables por algo. A algunos les preocupa decepcionar a sus amigos o familiares. Y otros se sienten no queridos, inatractivos, maltratados o que son una carga para los demás.
A todos “nos superan” la emociones o situaciones difíciles de vez en cuando. Pero la mayoría de personas lo acaban superando y son capaces de ver los problemas en perspectiva y de encontrar el modo de seguir adelante con esperanza y determinación. Entonces, ¿por qué determinadas personas intentan suicidarse y otras personas que se encuentran en una situación igual de difícil no lo hacen? ¿Qué es lo que hace que determinadas personas sean más flexibles y resistentes (más capaces de afrontar los reveses y dificultades que les plantea la vida) que otras? ¿Qué es lo que determina que una persona no sea capaz de ver otra salida a una situación difícil aparte de poner fin a su vida?
La respuesta a estas preguntas radica en el hecho de que la mayoría de personas que se suicidan o intentan suicidarse están deprimidas.
Depresión
La depresión hace que la gente se focalice mayoritariamente en los fracasos y decepciones, enfatice la cara negativa de las situaciones e infravalore sus propias capacidades y su valía personal. Una persona con una fuerte depresión es incapaz de percibir la posibilidad de que las cosas puedan salirle bien y está convencida de que nunca volverá a ser feliz o que las cosas no se arreglaran nunca.
La depresión afecta a los pensamientos de una persona de tal modo que la persona es incapaz de ver la forma o formas de superar sus problemas. Es como si la depresión pusiera un filtro en el pensamiento de la persona deprimida que distorsiona las cosas. Por eso las personas deprimidas no se dan cuenta de que el suicido es una “solución” permanente a un problema temporal del mismo modo que se dan cuenta las personas no deprimidas. Un adolescente deprimido puede sentir que no hay ninguna otra forma de escapar de sus problemas, de aliviarse el dolor emocional o de comunicar su desesperación y su profunda infelicidad.
A veces, las personas que se plantean el suicidio ni siquiera son conscientes de que están deprimidas. No se dan cuenta de que es la depresión —no la situación— lo que les está haciendo ver las cosas como si “no hubiera salida”, “no pudieran mejorar” o “no hubiera nada que hacer”.
Cuando remite la depresión porque la persona recibe la terapia o tratamiento adecuados, desaparece el pensamiento distorsionado. La persona recupera la capacidad de experimentar placer, la energía y la esperanza. Pero, cuando una persona está profundamente deprimida, la ideación suicida es una preocupación real.
Las personas que padecen un trastorno mental denominado “trastorno bipolar” también están en situación de riesgo de suicidio debido a que su trastorno puede hacer que pasen épocas en que están extremadamente deprimidos y épocas en que están anormalmente eufóricos y repletos de energía (lo que se denomina “manía”). Ambas fases extremas del trastorno bipolar distorsionan el estado de ánimo de la persona, así como su visión de las cosas y su capacidad de juicio. Para las personas que sufren este trastorno, puede ser todo un reto ver los problemas en perspectiva y actuar con sensatez.
Abuso de sustancias
Los adolescentes que tienen problemas con el alcohol y con las drogas también corren más riesgo de tener ideas y comportamientos suicidas. El alcohol y algunas otras drogas tienen efectos depresivos sobre el cerebro. El mal uso de estas sustancias puede desencadenar una depresión grave. Esto es especialmente cierto para algunos adolescentes que ya eran proclives a la depresión por su biología, antecedentes familiares u otros factores estresantes.
El problema se puede agravar porque muchas personas deprimidas se refugian en las drogas y el alcohol, sustancias que utilizan como vía de escape. Pero no son conscientes de que los efectos depresivos que las drogas y el alcohol tienen sobre el cerebro, de hecho, pueden exacerbarles la depresión a largo plazo.
Aparte de tener efectos depresivos, las drogas y el alcohol alteran la capacidad de raciocinio de la persona. Interfieren con su capacidad de valorar los riesgos, hacer buenas elecciones y pensar en soluciones sensatas a los problemas reales. Muchos intentos de suicidio ocurren bajo los efectos de las drogas o el alcohol.
Por descontado, esto no implica que cualquier persona que esté deprimida o tenga problemas con las drogas o el alcohol intentará quitarse la vida. Pero estos trastornos —sobre todo cuando se dan conjuntamente— aumentan el riesgo de suicidio.
El suicidio no siempre se planifica
A veces las personas deprimidas planean el suicidio con antelación. De todos modos, muchas veces los intentos de suicidio ocurren de forma impulsiva, en un momento de profunda desesperación. Situaciones como la ruptura de una relación sentimental, una fuerte pelea con un padre, un embarazo no deseado, ser rechazado o hecho de lado por otra persona o ser objeto de malos tratos pueden hacer que uno se sienta profundamente alterado y desesperado. A menudo, una situación como estas, añadida a una depresión preexistente, es la gota que acaba colmando el vaso.
Algunas personas que intentan suicidarse querían morir y otras no. Algunas utilizan el intento de suicidio como una forma de expresar un profundo dolor emocional. No son capaces de expresar cómo se sienten, de modo que intentar suicidarse les parece la única forma de transmitir ese mensaje. Lamentablemente, incluso cuando un intento de suicidio no es más que una forma de pedir ayuda a gritos y la persona no desea morir, no hay forma de controlarlo. Muchas personas que en el fondo no querían quitarse la vida acaban matándose o con graves secuelas.
Señales de alarma
A menudo se pueden detectar algunos indicios de que una persona está pensando en o planeando un intento de suicidio. He aquí algunos de ellos:
* hablar sobre el suicidio o la muerte en general
* hablar sobre “irse”, “emprender un viaje” o “marcharse”
* decir que ya “no se necesitarán” ciertas cosas y regalar pertenencias a otras personas
* hablar sobre sentimientos de desesperanza o culpabilidad
* alejarse de los amigos o familiares y perder las ganas de salir
* no tener ganas de participar en las actividades o aficiones favoritas
* tener dificultades para concentrarse o para pensar con claridad
* experimentar cambios en los hábitos alimentarios o de sueño
* manifestar conductas autodestructivas (como beber alcohol, consumir drogas y autolesionarse, por ejemplo).
¿Y si te está ocurriendo a ti?
Si has estado pensado en el suicido, pide ayuda lo antes posible. La depresión no es ninguna tontería sino un problema grave. No puedes limitarte a esperar y desear que mejore tu estado de ánimo. Cuando una persona lleva mucho tiempo deprimida, es muy difícil que sea capaz de dar un paso atrás y ver las cosas en perspectiva y con objetividad.
Habla con alguien de confianza en cuento puedas. Si no puedes hablar con uno de tus padres, hazlo con un entrenador, un monitor, un pariente, el psicólogo de tu centro de enseñanza, un sacerdote o un profesor. Llama al teléfono de la esperanza u otro servicio de asesoramiento telefónico para momentos de crisis (como 1-800-SUICIDE o 1-800-999-9999) o al teléfono de emergencias (911). Estas líneas gratuitas funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana, y son atendidas por profesionales preparados que podrán ayudarte sin conocer tu nombre ni verte la cara. Todas las llamadas son confidenciales —ninguna persona que conozcas podrá enterarse de tu llamada. Esos profesionales están ahí para ayudarte a idear la forma de superar situaciones difíciles.
¿Y si le está ocurriendo a alguien que conoces?
Siempre es positivo iniciar una conversación con una persona que creas que se puede estar planteando el suicidio. Así podrás pedir ayuda para esa persona, y el mero hecho de hablar sobre ello tal ve le ayude a sentirse menos sola, más cuidada y más comprendida.
Hablar sobre lo que le preocupa a esa persona también puede ser una buena oportunidad para que considere otras soluciones posibles a sus problemas. Generalmente las personas que se están planteando el suicidio están dispuestas a hablar si alguien les pregunta desde la preocupación sincera y el deseo de ayudarles. Puesto que las personas deprimidas no son capaces de ver las respuestas con tanta facilidad ni claridad como la demás gente, puede ayudar que alguien les inste a llegar conjuntamente a por lo menos otra posible salida o solución a la difícil situación que está viviendo.
Aunque un amigo o compañero de clase te haga prometerle que le guardarás el secreto, tu deber es pedir ayuda lo antes posible —la vida de tu amigo podría depender de ello. Cuando una persona se está planteando seriamente el suicidio, es posible que haya caído en un pozo emocional tan hondo que puede no ser capaz de reconocer que necesita ayuda. Cuéntaselo a un adulto en quien confíes lo antes posible.
En caso necesario, también puedes llamar al teléfono de la esperanza o a otro servicio de asesoramiento telefónico para momentos de crisis o al teléfono de emergencias (911), todos ellos gratuitos. Puedes encontrar otros servicios telefónicos similares de carácter local en la guía telefónica o bien utilizar los que figuran en el apartado de recursos de este artículo. Se trata de servicios estrictamente confidenciales y las personas que trabajan en cualquiera de esos servicios de asesoramiento estarán encantadas de hablar contigo para ayudarte a decidir qué es lo más conveniente que hagas.
A veces, los adolescentes que cometen un intento de suicidio —o que se suicidan— parecen no haber dado ninguna pista de sus intenciones. Esto puede dejar a sus seres queridos no solo sumidos en el pesar y el duelo sino también dominados por la culpa y preguntándose si se les escapó algo. Es importante para la familia y amigos de las personas que se suicidan saber que a veces no existen señales de alarma, a veces las personas no dan ninguna pista sobre sus intenciones, de modo que no tiene ningún sentido que se culpen por no haber sabido prever el intento de suicidio.
Cundo una persona se suicida, la gente que la apreciaba puede experimentar un terrible sufrimiento emocional. Los adolescentes que han tenido recientemente una pérdida o una crisis o que tienen un familiar o compañero de clase que se ha suicidado pueden ser especialmente proclives a pensar en el suicidio y a cometer actos suicidas. Si mantienes o mantenías un vínculo muy estrecho con una persona que ha intentado suicidarse o que se ha suicidado, puede ayudarte el hecho de hablar con un terapeuta o psicólogo —un profesional que tendrá la formación necesaria para tratar un tema tan complejo como le suicidio. O puedes participar en un grupo de allegados de personas que se han suicidado donde podrás compartir sentimientos y recibir el apoyo de otras personas que han vivido una situación similar a la tuya.
Afrontar los problemas
Ser adolescente no es fácil. Los adolescentes están sometidos a muchas presiones nuevas, de índole social, académica y personal. Y, para los adolescentes que tienen que afrontar problemas adicionales, como el hecho de vivir en un ambiente violento o de recibir malos tratos, la vida puede resultar todavía más difícil.
A algunos adolescentes les preocupa la sexualidad y las relaciones sentimentales y se preguntan si sus sensaciones, sentimientos y atracciones son normales, o si los demás les aceptarán, los encontrarán atractivos y les querrán. Otros se enfrentan a problemas alimentarios y de imagen corporal, y el hecho de intentar alcanzar ideales imposibles les deja con un profundo sentimiento de fracaso e inadecuación personal. Algunos adolescentes tienen problemas de aprendizaje o de atención que les hacen ir mal en los estudios. Pueden decepcionarse a sí mismos o pensar que han decepcionado a los demás.
Estos problemas pueden ser difíciles y provocar un tremendo desgaste emocional —y pueden desembocar en una depresión si persisten durante demasiado tiempo sin ningún tipo de ayuda o apoyo. Todos nos enfrentamos a problemas y sucesos dolorosos de vez en cuando. ¿Cómo supera la gente esos problemas sin deprimirse? En parte, manteniendo el contacto con la familia, los amigos, el centro de enseñanza, la fe y otras redes de apoyo. La gente sabe afrontar mejor las circunstancias difíciles cuando puede contar por lo menos con una persona que cree en ella, quiere lo mejor para ella y en quien puede confiar. La gente también afronta mejor los problemas cuando es consciente de que la mayoría de los problemas son temporales y se pueden superar.
A la hora enfrentarte a los problemas, te ayudará:
* Explicar lo que te pasa a alguien en quien confías.
* Rodearte de gente positiva y considerada.
* Pedir a alguien que te ayude a pensar en cómo solucionar el problema al que te estás enfrentando.
* Acudir a un terapeuta o psicólogo si los problemas que tienes te están haciendo sentir deprimido —o si no dispones de una red de apoyo lo suficientemente fuerte o, simplemente, sientes que no los puedes afrontar.
Los terapeutas o psicólogos pueden proporcionar apoyo emocional y ayudar a los adolescentes a desarrollar sus habilidades de afrontamiento para que puedan superar los problemas. También te puede ayudar el hecho de participar en un grupo de apoyo para personas que tengan problemas similares a los tuyos —por ejemplo, anorexia y problemas de imagen corporal, tener que convivir con un miembro alcohólico en la familia o tener preocupaciones sobre la sexualidad y la salud sexual. Estos grupos te proporcionarán un entorno de aceptación y contención donde podrás hablar sobre tus problemas con personas que comparten tus preocupaciones. Consulta la guía telefónica para encontrar grupos de apoyo locales, o bien pregunta al psicólogo de tu centro de enseñanza o al director o monitor de algún grupo juvenil de tu localidad para obtener la información que necesitas.
Este post lo hice con la intención de ayudar y/o de proporcionarle
información a cualquiera que lo necesite. Antes de tomar una decisión recurre
siempre a la comunicación.